A menudo los equipos de trabajo buscan un espacio para relacionarse fuera del contexto laboral y un bar al terminar la jornada puede ser un buen lugar para ello.
Se trata de poder hablar de otro modo, de conocer a tus compañeros/as de una forma más informal y también de intercambiar aquella información que resulta un tanto complicado verbalizar en la oficina.
Pero, aunque se podría pensar que ya no se está trabajando, la realidad no es así. Los roles siguen siendo los mismos y las relaciones que se establecen a partir de los mismos no dejan de tener un carácter profesional, lo que sucede en el bar influye de un modo u otro en el funcionamiento del equipo. Si por ejemplo se genera una discusión que genera un conflicto, esto afectará al grupo, si se establecen complicidades y alianzas, también afectarán en el entramado relacional del mismo, etc.
Por tanto, es importante tener en cuenta que pese a encontrarnos fuera del horario laboral y en un lugar destinado al ocio, continuamos relacionándonos dentro del equipo, por lo que es importante:
-Evitar hablar de cuestiones que guardan relación con el trabajo ya que si lo hacemos se corre el riesgo de no compartirlas en el lugar destinado específicamente para ello, es decir la reunión.
-No perder de vista que las escalas jerárquicas se mantienen. El/la jefe/a sigue siendo el/la jefe/a y un/a colaborador/a continúa siendo un/a colaborador/a. Sí que es cierto que la distancia entre algunos roles puede parecer que se ha “acortado” un tanto, pero como comentaba anteriormente no olvidemos que los roles se mantienen.
-Que el/la jefe/a no promueva en exceso en este tipo de espacios. De vez en cuando puede resultar útil que el equipo se encuentre en un bar y se relacione desde una perspectiva “menos técnica”, pero no hay que olvidar que esa no es la finalidad de un grupo de carácter laboral.
-Que cuando el/la líder acuda, trate de que estén todos los miembros equipo, ya que por un lado nadie se sentirá excluido/a y por otro neutralizará el riesgo de que se cree un subgrupo especialmente afín a él/ella.
-Entender que una crítica a un/a compañero/a, participar en una discusión que va a más, una frase un tanto hiriente hacia otra persona, compartir información que resulte un tanto íntima, etc. nos deja en una situación expuesta de la que normalmente no solemos obtener ningún beneficio.
A modo de resumen, puede resultar útil retener la idea de que “pese a cambiar de escenario, los personajes continúan siendo los mismos”.
Rivendel Grupos y Organizaciones
1 comentario
Buenas tardes,
Desde mi experiencia personal entiendo que es muy acertado este tipo de esparcimiento para las relaciones interpersonales del equipo de trabajo, que desde mi punto de vista no deben ser demasiado frecuentes, pero si de vez en cuando.
Recuerdo con mucho cariño la «parada de maquinas» que realizábamos en un Servicio los viernes a las 14 horas, cuando salíamos a las 15 horas, en las que nos reuníamos en una zona de la oficina para hablar de cualquier cosa que no fuera de trabajo, y resultaba muy favorecedor para las relaciones interpersonales del equipo de trabajo.