Al igual que existen un conjunto de indicadores que determinan cómo se encuentra una persona, en los equipos de trabajo basta con observar una serie de señales para chequear su estado de salud.
Reuniones
El hecho de reunirse con frecuencia resulta muy saludable. Transmite interés por informar y conocer la opinión de todos los miembros de un equipo de trabajo. Además, genera sinergias muy creativas tanto para la detección de aquellas áreas de mejora que puedan existir, como también para la implementación de acciones en esa dirección.
Además del número de reuniones que por ejemplo se mantienen en un mes, también resulta clave la calidad, el contenido y el funcionamiento de las mismas. ¿Se habla de aspectos técnicos relacionados directamente con la tarea o también existe una preocupación sobre cómo se encuentra el grupo?, ¿participa todo el mundo? ¿resultan efectivas? ¿hay personas que llegan tarde?, etc.
Favoritismos
¿Existen favoritismos por parte de quien lidera? Tal y como se explicaba en otro artículo de este blog (https://rivendelsl.com/blog-rivendel/el-favorito-del-jefe/), este tipo de situaciones generan mucho malestar.
Distribución de funciones
Es muy importante que todo el mundo conozca sus funciones y cómo se ha de coordinar con sus compañeros/as. Este tema es importante abordarlo en las reuniones.
También resulta clave que exista la creencia que el reparto de funciones es equitativo.
Acogida a las personas nuevas
La forma en la que se acoge a las personas que llegan nuevas, dice mucho del equipo. Cuando existe una preocupación respecto a este tema, se transmite la idea de que en ese grupo se cuida a sus miembros (también a los que llegan como nuevos). Además “el/la nuevo/a” aprende mucho más deprisa sus funciones y su aportación es mucho mayor.
Gestión del cambio
Tal y como se explica en el artículo de este blog “No me toques el programa (https://rivendelsl.com/blog-rivendel/no-me-toques-el-programa/) cuando un cambio se gestiona de forma adecuada, el equipo suele vivirlo como una clara muestra del cuidado que pone la organización por hacer bien las cosas y tener en cuenta a las personas que trabajan en ella, lo cual resulta muy motivador (y cohesionador).
Asunción de responsabilidades
Cuando los miembros de un equipo asumen su responsabilidad en los errores que cometen, muestran el grado de tranquilidad y confianza que tienen en el grupo y permite usar el error como herramienta de aprendizaje colectivo (https://rivendelsl.com/blog-rivendel/escurriendo-el-bulto/).
De vez en cuando resulta muy saludable reflexionar sobre estos indicadores y el estado de salud del equipo del que formamos parte. Probablemente surgirán ideas que de un modo u otro ayudarán al grupo a crecer.
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