Hace unas semanas, una persona me contaba que durante su jornada laboral había comenzado a realizar un curso con un formato de gamificación. Hasta ahora el mundo «gaming» era algo bastante desconocido para ella, apenas le interesaba, pero cuando le ofrecieron la oportunidad de probar, la curiosidad había podido más que su resistencia a este tipo de cambios.
Tras varios días «jugando» se mostraba sorprendida por la cantidad de cosas que estaba aprendiendo casi sin darse cuenta. A través de un personaje creado por ella, cada mañana de 9.00 h. a 9.30 h. tenía que abordar una situación relacionada con el trabajo en equipo: un conflicto entre compañeros/as, la llegada de una persona nueva, etc. y entre las decisiones que tomaba y las consecuencias que se derivaban de las mismas, me contaba que era como estar participando en un role playing continuo a través de su avatar. «Esto es mucho más que un videojuego» me decía, «parece que se haya inspirado en lo que sucede a diario en mi equipo de trabajo». «Además el curso suministra una serie de manuales que ayudan a entender y analizar todo lo que sucede, por lo que al leerlos de alguna manera continúas jugando, es decir, aprendiendo».
También me comentó su incomodidad a la hora de realizar el curso. Aunque disponía de la autorización de su jefa para realizarlo en horario laboral, el hecho de estar «jugando en el ordenador» le hacía sentirse el objeto de todas las miradas de sus compañeros. Cuando trataba de explicarles que no era un mero videojuego mostraban su dificultad por entender sus ventajas, pero al mismo tiempo también expresaban cierta curiosidad por probarlo. Quizás la próxima vez no será ella la única del departamento en animarse a formarse a través de esta metodología tan novedosa. Es lo que tienen los cambios…
Con todos los datos que me había dado tenía bastante claro de qué curso estaba hablando, pues por casualidades de la vida, hacía unos meses había participado en la creación de unos guiones y materiales muy parecidos a los descritos. Cuando me confirmó que se trataba de «El Compás de las Olas», me hizo reflexionar sobre el potencial que tiene este tipo de formación y el momento de cambio que vivimos a nivel pedagógico. Realmente la gamificación es algo más que jugar a un videojuego.
Rivendel Grupos y Organizaciones