Alejandra es la directora de una franquicia de panaderías que también ofrecen los servicios de cafetería. Ha cogido un lunes libre para irse de puente. Alejandra se encarga habitualmente de hacer los pedidos a los proveedores, pero en esta ocasión ha encargado esta función a los directores de tiendas.
El lunes, el móvil de la directora recibe llamadas constantemente de directores de tienda que tienen dudas acerca de los pedidos. No saben qué cantidades pedir de determinados productos, si conviene pedir algunas cosas ese lunes o esperar unos días, tienen problemas con la aplicación que utiliza la empresa para hacer estas gestiones…
A Alejandra no le queda más remedio que atender las llamadas y su “puente” se ha convierte en un día más trabajo. Incluso más agobiante de lo habitual, porque es más fácil intervenir personalmente que estar dando indicaciones a través de un tercero.
A la vuelta al trabajo, Alejandra se plantea dos líneas de análisis:
– Está siendo muy crítica con los jefes de tienda y estos no se atreven a tomar decisiones de forma autónoma para evitar posibles descalificaciones.
– Los jefes de tienda, de una forma pasiva, están cuestionando su autoridad desde una pretendida incapacidad.
Incluso podría ser una mezcla de ambas. En cualquier caso, a partir de ahora, la directora prestará mucha atención a su capacidad para incorporar las iniciativas de sus jefes de tienda y a los posibles conflictos de poder que pueda haber entre los mandos intermedios y ella.
Rivendel Grupos y Organizaciones