Kitchen21 es una pequeña empresa dedicada al diseño e instalación de cocinas. Se encuentran reunidos Sara, la diseñadora, Pedro, el carpintero, Juan, el instalador y Alicia, la directora que es la dueña de la empresa.
Tienen que hacer un proyecto de una cocina para una casa lujosa que significa mucho dinero y una oportunidad de darse a conocer en un círculo social de elevado nivel económico. La zona baja de un rincón de la cocina plantea un problema técnico considerable. Se quiere aprovechar el espacio pero resulta complicado hacer un armario de fácil acceso a su interior. Alicia, la directora, propone poner unas estanterías. Es una solución sencilla y razonable. Sara, la diseñadora dice que se le ha ocurrido una alternativa, utilizar ese rincón para poner el cubo de la basura con acceso desde la encimera, un sistema de cerrado que evita los malos olores y un acceso lateral que facilita la limpieza.
A Alicia le sorprende la propuesta de Sara. No puede evitar pensar, “es una buena idea, ¿por qué no se me habrá ocurrido a mí?”. Incluso tiene tentaciones de cuestionarla y rechazarla. Pero finalmente piensa, “esta propuesta mejora el proyecto y eso es importante que hagamos un buen trabajo” por lo que decide apoyarla. Pedro y Juan se suman a reconocer las ventajas de este tipo de armario y aportan algunas modificaciones que facilitan su realización e instalación.
La aceptación de una sugerencia, que puede ser parcial y con modificaciones, depende en buena parte de la intención con la que la analicemos. A veces, sin darnos cuenta, tendemos a rechazar una idea, simplemente porque no es nuestra, alegando que no es adecuada.
El líder refuerza su autoridad cuando acepta sugerencias que le hacen el resto de los miembros del equipo. De esta forma, muestra un modelo de confianza en los profesionales y en sus aportaciones que generará una cultura constructiva e innovadora.
Rivendel Grupos y Organizaciones